Independientemente de su obligatoriedad, el seguro de comunidad de propietarios resulta de gran utilidad. La presidencia rotatoria y la disparidad de opiniones dificulta a menudo la toma de decisiones. Pero contar con el respaldo de una póliza de este tipo facilita y agiliza cualquier trámite. Y por supuesto, proporciona una valiosa protección en las instalaciones comunes. En este post te contamos cuáles son las coberturas más habituales de este tipo de seguros.
La disparidad del seguro de comunidad de propietarios
Al hablar del seguro de comunidad de propietarios, no podemos hacerlo de forma uniforme. Existe mucha disparidad al respecto, tanto a nivel de legislación como de coberturas. En el primer caso, la Ley de Propiedad Horizontal de carácter estatal no obliga a suscribir uno. En cambio, algunas comunidades sí lo exigen, como es el caso de la Comunidad de Madrid o la Valenciana. Y por tanto, en el segundo caso, las coberturas que ofrecen las compañías aseguradoras también difieren unas de otras.
Coberturas más comunes en el seguro de comunidad de vecinos
Aunque no haya uniformidad al respecto, las aseguradores suelen incluir las siguientes coberturas en sus catálogos. Y lo pueden hacer en su pack básico o bien con carácter adicional.
Responsabilidad civil
Con esta protección comunidad y terceros quedan cubiertos. De esta manera, si las instalaciones comunes provocan un daño a otro inmueble o a un vecino, el seguro se hace cargo. También si un empleado contratado en las propias instalaciones sufre un accidente imputable a la comunidad.
Coberturas de daños propios
Una de las ventajas del seguro de comunidad de vecinos es la tranquilidad que aporta. Así, si se produce un desperfecto inesperado y no imputable a nadie, ya no hará falta hacer una derrama. Estas son algunas causas o desperfectos que se pueden especificar:
- Daños por agua
- Fenómenos atmosféricos
- Atascos en conducciones generales
- Daños eléctricos
- Roturas de mobiliario o cristalería
- Robos y hurtos
Coberturas de mantenimiento
Cada vez es más común que las compañías aseguradoras incluyan los gastos de los servicios de mantenimiento en sus pólizas. En este sentido, algunas coberturas que se pueden suscribir son las revisiones de fontanería, antenas, electricidad o cerrajería. Y todas ellas son necesarias en cualquier vecindario, independientemente de su tamaño.
Otras coberturas de los seguros de comunidades
Además, un seguro de comunidad de propietarios puede incluir coberturas no relacionadas con elementos concretos de las instalaciones. Un ejemplo son los servicios de asesoramiento y protección jurídica, útiles de cara a pleitos. O las auditorías de eficiencia energética, con vistas a la mejora del aislamiento térmico o a la renovación de maquinaria.
Por coberturas como estas y otras muchas, podemos decir que este tipo de seguros resultan prácticamente imprescindibles en cualquier comunidad. Evita problemas entre vecinos, previene de daños y, por qué no, ahorra dinero a las arcas comunes.